Pensando en voz alta (2)...

El viernes pasado, fuimos con Alejandro Piscitelli a visitar el aula de 5to de Gaby Pandiello en el Colegio Northfield en Escobar.

Afortunadamente, no es la primera vez que estoy en un aula donde los alumnos trabajan con el modelo 1 a 1 ( 1 chico 1 computadora). Es difícil describir en palabras qué se evidencia al visitar un aula así. El “sonido” del quehacer cuando los alumnos se involucran en el trabajo significativo, la colaboración, la fusión creativa, la estrategias puestas en la negociación, en la asociación en pos de la construcción de un proyecto común.

En este caso encontramos a los chicos trabajando en un proyecto colaborativo sobre calentamiento global, en grupos consultaban a sus manuales a la vez que buscaban información y la volcaban en un documento en el cual trabajaban simultáneamente. Otros buscaban imágenes para agregar.

Con la naturalidad de los nativos digitales consultaban su PLE en Symbaloo, pasaban de  youtube, a un editor de imágenes o un Power Point. Nos explicaron lo que habían aprendido sobre el derretimiento de los glaciares, sobre Holanda y sus diques, compartieron un video para graficar el tema, decidían en que parte del documento integrarlo… En suma, un grupo de chicos de 10/11 años disfrutando de una experiencia significativa, verdadera, con un propósito real, a la vez que activamente construían su conocimiento. Gabriela circulaba por el aula, hacia preguntas que generaban interacción, toma de decisiones,  guiando el proceso.

Pareciera una escenario ideal; ¿cuantas teorías, métodos, practicas hemos experimentado intentando fomentar la curiosidad y rescatar el placer de nuestros alumnos por aprender?

Evidentemente son necesarios una serie de condiciones para poder transitar una situación similar, pero más allá de los requisitos tecnológicos, tema no menor; creo que la variable que moldea y potencia la experiencia es el docente. Como twitea @chavarri  “La pasión de los profesores para promover el cambio es fundamental #GEF.” 

Animadas con esta experiencia, el sábado fuimos con Gaby Valente y Gaby Pandiello a presentar el 4to Taller de Entrenamiento al Parroquial de Pilar. Nos esperaban un grupo de docentes de nivel secundario y directivos que por el momento, no tienen posibilidad de integrar a su proyecto el modelo 1 a 1, pero que sí ven el cambio que se avecina y golpea las puertas de sus aulas, que sienten la necesidad de reformular sus practicas para “acompasar” las necesidades e intereses de sus alumnos. Y en la “Sala de Informática” con 25 computadoras en red, con acceso a Internet, una pantalla y proyector hacen sus primeros pasos, se conectan con su propio aprendizaje y  experiencia.

Con dudas, ansiedad, momentos de frustración y de descubrimiento, dedican tiempo frente a estas maquinas para  abrir su primer blog, cuentas en Twitter y Facebook; prueban herramientas de la web 2.0 buscando sorprender mientras se  sorprenden. Y de a poco se animan a pensar después de Power Point e intentar con Prezi, se cuestionan como manejar Facebook con sus alumnos adolescentes, intentan llevar su aula más allá de las cuatro paredes y la limitación de la carga horaria a un espacio virtual.

Y las veo ir dejando atrás lo aprendido y forjado en tantas horas frente a tantos grupos de alumnos, renovar los cuestionamientos, sin dejar de aventurarse en este nuevo territorio, donde la autoridad tiene otra forma, las necesidades son diferentes, las estrategias a desarrollar son más acordes al mundo real, aspirando otra vez atraer y preparar a sus alumnos para el fascinante mundo que les espera.

Y retorno a la fantástica presentación de Sir Ken Robinson en TED donde asegura, “Esta tecnología combinada con el extraordinario talento de los docentes proporciona la oportunidad de revolucionar la educación.”  Y a la frase de Alejandro “..es mas un cambio de actitud que de aptitud.”